Mark Twitchell: "El Cineasta Asesino"

"Dicen que el Mal prevalece cuando los hombres buenos no actúan. Deberían decir sencillamente: el Mal prevalece".
Nicolas Cage


Mark Twitchell nació en Edmonton, Alberta (Canadá) en 1979. Desde muy joven fue un cinéfilo consumado. Pasaba gran parte de su tiempo libre yendo al cine solo o con sus amigos, rentando películas para verlas en casa y comprando revistas sobre películas.



Mark Twitchell


Fue un proceso natural que estudiara Cine. Inquieto y ambicioso, Twitchell disfrutaba proyectar producciones independientes, que realizaba con ayuda de sus compañeros de escuela y de sus amigos. Aficionado al cine de horror, se convirtió en un experto en las películas de serie “B”, producciones baratas con monstruos de cartón, sangre falsa a raudales, argumentos bobos y efectos especiales amateurs. Admiraba a Ed Wood, considerado el peor director de cine de la historia. Además asistía a convenciones, donde gustaba de disfrazarse.



Twitchell disfrazado de Transformer


La televisión, sobre todo las series de terror, fueron las preferidas del canadiense. Gustaba pasar horas mirando la serie Twilight Zone, las adaptaciones de novelas y cuentos de Stephen King, y sobre todo, las series policíacas.



Disfrazado de Wolverine


Se convirtió en un fan de la serie Dexter, donde el protagonista es un forense que desarrolla una carrera criminal paralela a su trabajo criminalista, dedicándose a matar a asesinos seriales. Twitchell también disfrutaba las películas de ciencia ficción y las cintas de fantasía épica. Desde muy joven, se hizo seguidor de la saga Star Wars, de George Lucas. Una de sus mayores ambiciones era dirigir un capítulo de la extensa historia. Otra cosa que gozaba era el cine gore y las cintas sobre asesinos: siempre estaba pendiente de las nuevas películas de las sagas más conocidas del género, desde Halloween, Viernes 13 y Pesadilla en la Calle del Infierno, hasta El silencio de los inocentes, Hostal y Saw.



Ficha de Twitchell en IMDb


Por supuesto, conocía el concepto de cine snuff: asesinar a una persona con la única finalidad de filmar su muerte, para luego vender la cinta a coleccionistas privados. Como no existen cintas snuff al alcance del gran público, Twitchell se conformaba con los sustitutos: videos de muertes reales, accidentes y autopsias, así como cintas pornográficas de géneros bizarros.



Finalmente, hizo realidad uno de sus sueños al realizar el cortometraje Star Wars: Secrets of the Rebelion, una recreación de la saga de George Lucas -Princesa Leia, Darth Vader y Chewbacca incluidos-, con un presupuesto exiguo. La postproducción terminó en 2008. Además de dirigir y producir, Twitchell actuó en un rol secundario, haciendo el papel de un rebelde.



La filmación



En el reparto estaba incluido Jeremy Bulloch, el actor que interpretó a Boba Fett en la saga original. Twitchell invirtió una gran parte de su propio dinero en el proyecto. Incluso compró una nueva cámara de video digital. "Lo estaba haciendo con su propio dinero. Y él no iba a obtener ningún beneficio de ello. Se filmó en NAIT, utilizando pantallas verdes. La mayoría de las personas que trabajaron en la película lo hicieron solamente por la experiencia y el gusto de hacerlo", dijo un extra de la película.




A los 29 años, tras fundar una compañía fílmica independiente llamada Xpress Entertainment, abrió un canal en YouTube donde declaraba: “Soy un productor y director radicado en Edmonton, Alberta. Me casé con la mejor de las mujeres vivas y tengo un trabajo decente para pagar las facturas. Mi arte es sin embargo mi vida y al hacer películas es cuando me siento en la cúspide…”



Allí incluyó únicamente el tráiler de una deficiente película que planeaba rodar, titulada Day players. Pero un proyecto más ambicioso rondaba su mente. Según sus declaraciones posteriores, “estaba convencido de las necesidades estéticas de un realismo extremo”. Trabajó en un guión que lo consolidaría como el primer cineasta en documentar la violencia gratuita, real y extrema, con la única finalidad de filmarla. Esto es: produciría la primera película snuff destinada a las grandes audiencias.



Una de las páginas del guión


En el guión de su película, un homicida atrae a sus víctimas por medio de Internet. Luego los ata con cinta adhesiva a una silla y los mata desmembrándolos. En su cuenta de Facebook, Twitchell declaró que “idolatraba a Dexter Morgan” y que estaba tratando de emular aspectos de la vida de este oscuro personaje. Twitchell vivía en un bungalow de dos plantas en San Alberto, junto con su esposa y sus dos hijos pequeños. Cory Rutberg, un vecino de la familia, diría posteriormente: "Él se ve normal, no como un chico escalofriante".



Además rentaba un garaje donde planeaba rodar su macabra película. Compró una pistola eléctrica a través de Internet y lanzó después una convocatoria por medio de Facebook, para reclutar actores que hicieran casting para su nueva película: Casa de naipes (House of cards); originalmente, lo había planeado como un guión para la serie Dexter, e inclusive lo ofreció a través de un website, a un precio de $500.00 dólares canadienses.



El arma eléctrica y la página donde la adquirió


Pero al final se quedó con el proyecto. El casting fue convocado para el 27 y 28 de septiembre de 2008. En él, Twitchell seleccionó a los actores que interpretarían a los personajes de su filme.



El guión ofertado en Internet


Ninguno de ellos sospechaba que el papel para el cual no había solicitado actores, el de la víctima, sería llenado por alguien que moriría asesinado ante la cámara.



Uno de los actores convocados


Su primer intento ocurrió en 2008. Por medio de un perfil falso en Facebook y con una cuenta de correo electrónico apócrifa, Twitchell contactó a un hombre, ofreciéndole la posibilidad de obtener sexo con una supuesta jovencita. El desconocido acudió a la dirección acordada, conduciendo una Black Ford Ranger. Al entrar, y según los documentos policíacos, “fue atacado por un sujeto vestido con una máscara de hockey color negro con dorado, quién salió del garaje de Twitchell. La víctima pudo liberarse de su atacante y correr hacia la calle, donde una pareja presenció la situación, por lo que el hombre huyó”. El desconocido prefirió no denunciar el hecho, pues estaba casado y no quería dar explicaciones sobre la razón de que estuviera allí. La policía intentó infructuosamente localizarlo con base en los datos proporcionados por la computadora de Twitchell, pero no consiguieron identificarlo. Al parecer, el probable nombre de esa primera víctima era Francisco, Hank o Fred.



La casa de Twitchell


Un vecino llamado Mike Warren declararía: “El garaje siempre estaba en silencio, excepto por una semana en septiembre, cuando varios hombres estaban ocupados serrando madera y soldando algunos objetos. Parecían de buen humor. No estaban molestando a nadie. Una noche vi un foco encendido en el garaje. Pero todas las ventanas estaban cubiertas con papel de alquitrán. Supongo que estaban haciendo una película”.



La escena del crimen



En el segundo intento, Twitchell conoció a su futura víctima de la misma forma: haciéndose pasar por una mujer joven y hermosa, dispuesta a una cita amorosa. El incauto que cayó fue Johnny Brian Altinger, un hombre soltero de 38 años, empleado de una empresa industrial.



John Brian Altinger


Sus amigos lo describen como un tipo solitario, aficionado a la hipnoterapia, tímido con las mujeres y que frecuentaba la compañía de prostitutas mientras hablaba sobre su deseo de conocer al amor de su vida.



Altinger acudió a la cita el 10 de octubre. Llegó al garaje de Twitchell, esperando encontrarse con la supuesta chica. Pero quien lo recibió fue un hombre vestido con una máscara de hockey. Antes de que pudiera reaccionar, Altinger recibió una descarga de la pistola eléctrica, que lo dejó inconsciente.



La casa de Altinger


Cuando despertó, estaba atado a una silla. La cámara registraba cada detalle. Twitchell, aún utilizando la máscara, comenzó a torturarlo: utilizó un cuchillo para mutilarlo. Altinger estaba amordazado, así que no pudo gritar y los vecinos no se percataron de nada.



Altinger en Facebook


Twitchell le exigió que revelara los números de sus tarjetas de crédito y el password de su correo electrónico y su cuenta en Facebook. Le quitó la mordaza para escuchar los datos y algunas súplicas de Altinger, y luego volvió a amordazarlo.



Entonces, utilizando el cuchillo y cuidando siempre de que la cámara captara todo con detalle, lo degolló. La sangre manando de la garganta de la víctima empapó el piso. Twitchell, presa del frenesí, utilizó una espada de samurái para decapitar a su víctima. Luego puso la cabeza a un lado y, sin que la cámara perdiera detalle, lo desmembró.



La máscara


Nadie sabe qué hizo Twitchell después con el cadáver. La grabación termina y se presume que envolvió los trozos y los enterró o abandonó en algún sitio, pero la policía no consiguió que lo confesara. Tras el crimen, escondió el video hasta tener listas más víctimas y más escenas reales que incorporar a lo que sería su obra maestra.




Twitchell además vació las cuentas bancarias de su víctima, para seguir financiando su película. Todo el dinero obtenido lo invirtió en más equipo fílmico, destinado a grabar los siguientes asesinatos especificados en el guión.




Varios amigos de Altinger recibieron un correo electrónico apócrifo el 10 de octubre, según el cual, se había ido de vacaciones con una chica: “He conocido a una mujer extraordinaria llamada Jen, quien me ha ofrecido que tomemos unas hermosas vacaciones en el trópico. Nos quedaremos en su cabaña en Costa Rica, pronto les enviaré el número telefónico. No quiero regresar hasta después del 10 de diciembre, pero revisaré mi cuenta de correo electrónico periódicamente. Los veré en las fiestas. Johnny”.



El correo apócrifo


Los que lo conocían, sabían que su timidez hacia las mujeres no encajaba con el contenido del correo. También su manera de redactar era muy diferente. Suspicaces, esperaron un poco. El 13 de octubre, tres días después de enviado el mensaje de correo electrónico, su página de Facebook se actualizó.



En ella afirmaba que se encontraba en Costa Rica y que estaba “En una relación”. También decía: “¿Se preguntan por qué alguien dejaría el sol y el surf para volver a la nieve y el estrés?”



Pero días más tarde, varios amigos de Altinger, que no creían en la autenticidad de los mensajes, denunciaron su desaparición a la policía. Era el 16 de octubre de 2008.



Una de las amigas de Altinger


Tras la investigación, los agentes analizaron su computadora y encontraron los correos electrónicos y las conversaciones sostenidas con la supuesta chica a quien iba a conocer. En uno de los mensajes estaba la dirección del garaje. Los policías localizaron el lugar y al averiguar quién lo rentaba, llegaron hasta el cineasta.



Uno de los detectives asignados al caso


El 31 de octubre, Twitchell fue arrestado y acusado de asesinato en primer grado. Terminó confesando su crimen. Durante semanas, los policías no lograron encontrar el video; finalmente lo localizaron y pudieron ver lo que había ocurrido.



Los titulares



Durante las diecisiete horas que dura el metraje, constataron ensayos realizados con actores y finalmente, el crimen. Lo que no pudieron hallar fue el cadáver.



El arresto de Twitchell





Twitchell fue llevado al garaje, donde guió a los agentes en la reconstrucción de hechos. Declaró que todo lo hizo inspirado por el personaje de Dexter Morgan y “por el Arte, por el cine, por el realismo en una película”.



Twitchell y Dexter


Tras su detención, la página web de su compañía fue bloqueada y el dominio se vendió a una empresa de sexo en línea. Enfrentado a un proceso penal muy largo, permanece en prisión mientras su juicio continúa.



El juicio


Su canal en YouTube permanece activo y puede visitarse en el siguiente link:

Canal de Mark Tiwtchell en YouTube



fuente:
http://cmcorpkillers.blogspot.com/2010/09/mark-twitchell-el-cineasta-asesino.html

:O muy interesante
buena historia Zeitgeist


de donde sacas tantas historias chidas ?